Parece ser que los profesionales del flamenco es uno de los sectores olvidados en el ámbito de la salud laboral y de la prevención de riesgos laborales. La falta de vigilancia en la salud afecta a profesionales de este sector y sectores similares debido a lo efímero de algunos contratos, el carácter autónomo… Para solucionar este inconveniente se han establecido mediante organismos oficiales una serie de medidas de prevención esenciales que atienden a los principales factores de riesgos a los que se ven sometidos este colectivo. Para ello y en primer lugar es necesario poner al mismo nivel el flamenco con otras prácticas profesionales para poder ser observado dentro del campo de la prevención de riesgos laborales.
Mediante un formulario de veinte preguntas en el que participaron cincuenta y dos artistas flamencos el estudio realiza una detección de riesgos teniendo en cuenta datos como: filiación, riesgos osteo músculo articular de otras actividades diferentes al flamenco, preparación antes y después de la práctica, carga mental, condiciones medioambientales y cuidado y vigilancia de la salud.
La segunda parte del estudio refiere a las medidas preventivas para mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales del flamenco. Hay que resaltar el predominio de problemas osteomusculares en mayor medida, otorrinolaringólogos y de estrés atribuidos a la práctica del flamenco. En base a esta información se recomienda la adaptación de puestos de trabajo a las personas haciendo especial incidencia en los aspectos posturales de los artistas.
Otro de los puntos a mencionar es el clima laboral en el que los profesionales del flamenco deben desarrollar sus actividades. Este aspecto se ve claramente afectado por la calidad de los espacios en los que efectúan su trabajo. Hay que tener en cuenta elementos como la calidad ambiental, temperaturas adecuadas, calidad del aire, renovación del aire, entre otras.
En cuanto a la carga mental el estudio resalta que es evidente el enorme desgaste anímico-mental, ligado al físico, pero este se amortigua con las emociones y vivencias relacionadas con la propia interpretación, aspecto característico de los géneros denominados de raíz.
Una vez identificados los riesgos el estudio establece una serie de recomendaciones a modo de actuaciones preventivas que van dirigidas a profesionales, profesores, representantes y programadores que enumeramos a continuación:
Los aspectos ergonómicos son prioritarios en la prevención de riesgos laborales en el flamenco ya que el principal problema de salud identificado que presenta este colectivo son los osteomusculares, como consecuencia de posturas forzadas o movimientos repetitivos. Como ejemplo se muestra la diferencia que existe en el sobreuso muscular entre guitarristas clásicos que asciende al 50% y entre guitarristas flamencos en los que se incrementa este valor hasta alcanzar el 82.1%. Por estos motivos las recomendaciones en este aspecto son:
Adaptar las dimensiones del asiento a las de las personas. La altura debe ser la adecuada y se debe considerar el disponer de un apoyo para el pie.
Sentarse de forma adecuada apoyando la columna dorsal y lumbar alta en el respaldo.
Intentar hacer uso de apoyo para instrumentos para evitar posturas forzadas.
Es indispensable realizar ejercicios de calentamiento antes y después de la actividad ya que de los datos obtenidos en el estudio analizado se menciona la falta de preparación de los profesionales objeto de análisis antes de las actuaciones y sobretodo después de éstas.
Las recomendaciones a realizar antes de la práctica de la actividad son: mejorar la elasticidad, mejorar el rendimiento y una mejor adaptación psicológica a la actividad. Para ello propone hacer estiramientos para preparar y recuperar el músculo, control respiratorio… sin olvidar que es necesario constancia.
Para músicos es necesario hacer movimientos suaves y variados sobre el instrumento de forma moderada, evitando posiciones forzadas en tiempos de cinco o diez minutos. Los cantaores deben ejercitar la musculatura buco-facial y la respiración y los bailaores deben ejercitar prioritariamente las extremidades, en especial hombros, manos, tobillos y pies.
Las recomendaciones realizadas para después de la actividad son: no finalizar la actividad súbitamente sino de forma paulatina durante cinco o diez minutos hasta llegar a un estado de reposo.
En general y como recomendaciones básicas el estudio finaliza y establece entre otras las siguientes:
- Si has de incrementar las horas de ensayo hazlo gradualmente
- Dejar las partes más difíciles para el momento central del ensayo.
- Aumentar de forma progresiva la velocidad, dificultad o intensidad.
- Tener conciencia de la tensión acumulada durante la ejecución.
- Al notar que la musculatura está sobrecargada parar para hacer estiramientos
- Hacer estiramientos siempre antes y después de la actividad.
- Practicar alguna actividad física complementaria.
- Preparación mental previa basada en la concentración y relajación antes de la representación delante de público.
- Una correcta vigilancia de la salud.
Fuente: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Carles Salas Ollé y José María Parra Expósito.